Una mala noticia trascendió para los guanacastecos en las vísperas de la celebración del 196 aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica.
Una nueva traba legal amenaza con postergar aún más el necesario proyecto “Agua para Guanacaste”, el cual tiene 30 años en gestión sin poder materializarse.
La Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (Fecon), elevó nuevamente el proyecto ante la Sala Constitucional con nuevos argumento técnicos.
Este trámite legal trasciende luego de que la Sala Constitucional desestimara una anterior acción contra el proyecto, al encontrar, luego de dos años de estudio, que no eran ciertos los argumentos objetados.
La nueva gestión legal molesta a los líderes locales de esta provincia, que sufre no solo de escasez sino que también de contaminación de este líquido, lo que se convierte en una amenaza para la salud y para el desarrollo económico de la provincia.
“Este proyecto vendrá a darle un nuevo impulso a Guanacaste en la producción agrícola, en la producción ganadera, en el desarrollo turístico y viene a generar electricidad para el país y para Guanacaste; en fin, es un beneficio para todos”, dijo Carlos Cantillo, alcalde de Carrillo.
El líder local desmiente que el proyecto provocará un alto impacto natural, pues aseguró que mas bien va a dejar descansar los mantos acuíferos, pues no se van a ocupar para atender la necesidad de agua que tienen las comunidades y van a dejar de desperdiciar el agua que se va para el mar.
Con el proyecto se pretende llevar agua a la provincia de Guanacaste mediante la construcción de un embalse.
Dotaría de líquido a 200 mil personas de los cantones de Carrillo, La Cruz, Santa Cruz, Liberia y Nicoya y llevaría agua de riego a 17 mil hectáreas, mediante un sistema que abastecería a la población por 50 años.
Sólo en el cantón de Carrillo beneficiará a 42 mil personas, destacó Cantillo.
El plan para el nuevo acueducto tiene 30 años de concebido, pero no se ha realizado; en un principio por la falta de voluntad política y de recursos, luego por la burocracia y ahora por asuntos legales.