En los primeros siete meses de gestión, las nuevas autoridades de la Municipalidad de Oreamuno reportan casi haber eliminado el déficit que registraba este gobierno local cartaginés.
Las cifras mostradas apuntan a que pasaron de ¢230,7 millones en 2019 a solo ¢6,1 millones, al cierre de 2020.
La estabilidad financiera se la atribuyen a una sólida política de planificación administrativa, contención de gasto y aumento de la recaudación de tributos, destacó Erick Jiménez, alcalde de la comunidad.
Solo en el Impuesto de Bienes Inmuebles, logró casi ¢60 millones más de lo proyectado, mientras que en el servicio de acueducto recaudó unos ¢80 millones más de la meta trazada.
Así mismo en el rubro de patentes, aunque hubo una caída respecto a lo proyectado, cerró con una recaudación mayor a la prevista.
Ayudó también la regulación de las horas extras y el control de las compras de suministros, eliminando gastos superfluos y autorizando solamente lo que era estrictamente necesario para el funcionamiento de los servicios, destacó el alcalde.
“Desde que iniciamos nuestra administración el compromiso siempre estuvo enfocado en bajar el déficit heredado, por eso iniciamos todo un proceso de control y planificación de los gastos y además mejoramos los sistemas de información, sumado a esto comparamos periódicamente la relación ingreso-gasto para determinar que ambos estuvieran en perfecto equilibrio”, destacó Jiménez.
El compromiso del líder local es mantener el plan de contención a fin de eliminar el déficit en el menor tiempo posible.