Alcaldes de diversos cantones señalaron problemas con el avance en la vacunación del tercer grupo de prioridad, la importancia de la vacunación del personal municipal de primera línea (recolección de desechos, aseo de vías, cementerios, entre otros) y limitaciones en el acompañamiento que brinda el Ministerio de Salud y Fuerza Pública para garantizar el cumplimiento de medidas y el orden público.
“Jiménez fue declarado la semana pasada en alerta naranja, como no contamos con Policía Municipal dependemos de las acciones de la Fuerza Pública. Lamentablemente ellos tampoco cuentan con el personal suficiente para controlar los aforos en los establecimientos, controlar fiestas clandestinas o cuando la gente toma licor en vías públicas”, señaló la alcaldesa Lisseth Fernández.
Fernández añadió que no es posible que el personal del Ministerio de Salud esté imposibilitado a sacar los carros después de las 4 p.m. si no cuentan con autorización del Director Regional de Cartago.
“No es posible que no haya disponibilidad de vehículos. La Municipalidad de Jiménez ha colaborado arduamente en la logística de vacunación en Juan Viñas, pero insistimos en que el proceso debe agilizarse. No es posible que un cantón termine con el grupo 1 y 2 y deba esperar hasta que culminen otros cantones para iniciar con el grupo 3 porque así lo establece el área de Salud”, indicó Fernández.
Roberto Zoch, alcalde de Moravia, destacó que los Gobiernos Locales han debido atender los lineamientos que gira el Gobierno Central sin consultarles previamente si tienen la capacidad o competencia para llevarlos a cabo.
“Nosotros queremos dar una mejor respuesta ante esta situación, sin embargo, hace falta coordinación para que esos lineamientos vayan acorde a los recursos disponibles y que no superen nuestra capacidad. No es solo una cuestión de brindar competencias sino también capacidades a las instituciones para poder responder. Nosotros recibimos los reclamos pero no tenemos la posibilidad de cerrar centros educativos”, acotó Zoch.
Por su parte Heriberto Cubero, alcalde de Abangares, criticó que les piden acudir a reuniones virtuales pero sus opiniones no son tomadas en cuenta, o en su defecto envían notas y no son respondidas.
“Estamos preocupados por lo poco que nos toma en cuenta el Gobierno Central para la toma de decisiones. Nosotros estamos limitados para actuar, nos sentimos inútiles, porque no podemos tomar decisiones para mejorar la situación ya que todo está centralizado en el Gobierno. Ya tenemos un año de pandemia, y seguimos con una serie de limitaciones con respecto a las fiestas clandestinas y la aglomeración de personas en vía pública tomando licor”, comentó Cubero.
Por su parte Luis Fernando León, alcalde de Turrialba, enfatizó en que esta emergencia requiere del esfuerzo máximo de cada institución. Destacó que el sector municipal ha sido bastante propositivo, por lo que es necesario que se brinde a los municipios más control y potestades. Además, señaló la necesidad de que los funcionarios municipales de primera línea, los que se encargan de servicios esenciales, sean vacunados a la mayor brevedad.
Durante la pandemia, las municipalidades han trabajado fuertemente en la distribución de ayuda alimentaria, se ha girado el cierre de espacios públicos, se ha acompañado a las áreas de salud en la trazabilidad de los casos y se ha brindado colaboración en el transporte de vacunas, entre otras acciones.