Daniel Jaikel Alpízar, subgerente de Provisión de Servicios de la Municipalidad de San José negó, de forma categórica y vehemente, que ni él, ni su familia, ni empresa alguna con la que posea alguna clase de vínculo, haya tenido o tenga una propiedad, proyecto inmobiliario o actividad comercial en la calle 78, donde el gobierno local capitalino ejecuta una iniciativa de renovación vial y urbana.
Si bien reconoció que ha sido emprendedor en el sector inmobiliario y participó de la empresa familiar JKL Desarrolladora, aseguró que esto no implica, bajo ningún supuesto, que tenga interés en las obras que realiza la Municipalidad de San José, en especial en lo que concierne al proyecto sobre calle 78, en el barrio de Rohrmoser, en el distrito de Pavas.
“El último proyecto que tuvimos cerca de esa zona, a más de 300 metros, estaba en calle 74, y se construyó entre finales del 2017 y el 2018, lo que implicó el final de la participación de JKL Desarrolladora en ese inmueble, el cual le pertenece ahora a los condóminos que ahí compraron los apartamentos que conforman en ese edificio”, subrayó.
Incluso, reiteró, la planificación del proyecto de renovación vial y urbana en calle 78 data de inicios del año 2017, cuando aún no había ingresado a laborar en el ayuntamiento capitalino.
“Yo entré a laborar en la Municipalidad de San José en septiembre del 2017 y, para octubre, — en un proceso que se hizo antes de mi vinculación con la institución —, ya estaba listo el cartel de diseño”.
La aclaración de Jaikel se da en el marco de un trabajo periodístico que cuestiona un posible conflicto de intereses al laborar para el gobierno local y, al mismo tiempo, formar parte de la directiva de la empresa inmobiliaria familias.
“Yo no decido qué obras se hacen o cuáles son las prioridades de inversión, ya que ésta es una facultad exclusiva de la Alcaldía y del Concejo Municipal. Mi labor se limita a que los proyectos se ejecuten, correctamente, en tiempo y forma”, enfatizó Jaikel.