Los 11 municipios de Guanacaste y las intendencias de Colorado de Abangares y Lepanto de Puntarenas se oponen a la aprobación del proyecto de Ley para el Aprovechamiento Sostenible de la Pesca de Camarón.
A esta posición se suman 9 cámaras de turismo guanacastecas y 25 asociaciones de pescadores artesanales y turísticos de esta provincia, al argumentar que el arrastre afecta directamente sus actividades.
“Con la aprobación de este proyecto, se reactivaría la pesca de arrastre una técnica que utiliza redes de grandes dimensiones para barrer el fondo marino y capturar camarones; sin embargo, también recolecta otras especies que no son el objetivo como peces pequeños, tiburones, tortugas, rayas, moluscos, crustáceos, erizos, estrellas de mar y otros invertebrados”, sostienen.
A su vez, los empresarios turísticos advierten que esta técnica enturbia el agua lo que afectará directamente los sitios para practicar buceo y snorkeling.
“También produce daños en los ecosistemas de peces que son fuente de alimento para especies de interés turístico como los delfines. El arrastre también captura especies que no son el objetivo de la flota camaronera pero que sí son de interés para el desarrollo de la pesca deportiva”, declaró César Gallardo, directivo de la Cámara de Turismo Guanacasteca (Caturgua).
De acuerdo con los representantes de este sector, también se contabilizan posibles impactos en actividades de avistamiento de aves, las cuales se alimentan de peces cuyos ecosistemas son afectados por esta práctica.
“Sabemos que la situación que viven miles de familias del sector pesquero se ha agravado a raíz de la emergencia sanitaria por la Covid-19, la cual ha provocado el decrecimiento de la actividad pesquera a causa de las restricciones comerciales y la baja en el turismo. Esto ha ocasionado una importante disminución en los precios de sus productos y ha generado mayores dificultades para su comercialización. La posible reactivación de la pesca de arrastre, sumada a la difícil situación socioeconómica generada por la pandemia, expondría a miles de familias de nuestras comunidades a una situación de pobreza y desigualdad sumamente crítica”, declaró Carlos Armando Martínez, alcalde de Nicoya.
Por su parte, los pescadores artesanales consideran que la técnica de arrastre los pone en una posición de desventaja.
“El sector industrial y semi-industrial camaronero logra barrer más longitud de los suelos marinos y además de camarones, capturan otras especies como dorado y pargo que son de interés comercial para los pescadores artesanales y nuestras familias. Además, al no existir regulación en temas de precio justo en el sector pesquero, ellos logran colocar sus productos más baratos y nos deja en desventaja en el mercado”, declaró Edwin Murillo, representante de la Cámara de Pescadores de Guanacaste.