¿Qué tienen en común una empresa farmacéutica, un gestor profesional de desechos, una iniciativa privada enfocada en la recuperación de medicamentos vencidos o en desuso y un programa de educación y gestión de los residuos? La respuesta es que todos han decidido trabajar juntos para abordar la problemática que genera la inadecuada disposición final de estos residuos farmacéuticos y sus consecuencias para la salud pública.
Es por esta razón que la farmacéutica Ferrer, la empresa MPD, el programa ecoins y Punto Seguro han establecido una alianza desde el año 2021 que busca generar conocimiento, sensibilización y soluciones prácticas para la mejor gestión de los medicamentos. El objetivo es incentivar a las personas para que no descarten de manera inapropiada las medicinas, píldoras y pastillas que están vencidas o que dejaron de usar, debido al impacto que estas pueden tener sobre el ambiente.
Existen tres riesgos fundamentales de la incorrecta disposición de estos residuos medicamentosos:
- La afectación biológica: ocurre cuando los medicamentos, que son desechados dentro de la basura ordinaria, provocan daños en el equilibrio bioquímico y el comportamiento de las especies.
- El segundo riesgo, la resistencia bacteriana: provocada por los antibióticos presentes en los desechos ordinarios, los cuales interactúan con bacterias patógenas que comienzan a adaptarse y desarrollar resistencia al principio activo de los antibióticos creando así bacterias ultrarresistentes.
- Finalmente, el riesgo de falsificación: ocurre cuando personas deshonestas hacen uso de desechos de envases y materiales de empaque para introducir falsos productos haciéndolos pasar por productos legales y luego los colocan en el mercado a través de canales de comercialización inescrupulosos.
Como explica la investigadora y especialista en gestión del recurso hídrico, Yamileth Astorga, en Costa Rica la mayoría de los estudios realizados sobre calidad del agua se refieren a presencia de plaguicidas, mientras que las investigaciones relacionadas a los impactos de fármacos son menos frecuentes y analizan condiciones muy concretas que no permiten determinar el riesgo real subyacente que enfrenta Costa Rica.
De acuerdo con Astorga, los estudios existentes sobre el impacto de fármacos han sido en aguas residuales tratadas en plantas hospitalarias. Tales plantas cumplen en parte con su función y si bien logran disminuir algunas concentraciones de medicamentos como la Levofloxacina, lo cierto es que no lo logran con medicamentos como el Atenolol, la Lovastatina y el Gemfrivozil.
Prácticas como disolver o hervir los medicamentos para posteriormente vertirlos en el baño, lavatorio o fregadero de la cocina, o mezclarlos con desechos ordinarios, son parte de los errores que cometen las personas a la hora de descartar los medicamentos.
Carlo Chaverri, Gerente de Unidad de Negocio Hospitalario Ferrer Centroamérica y el Caribe, considera que una respuesta certera es la educación y la sensibilización. Ferrer es una empresa farmacéutica que se ha destacado por implementar políticas internas para llevar a efecto su Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Gracias a su red de más de 700 médicos asociados se han logrado recuperar más de cuatro toneladas de muestras médicas, del 2021 a la fecha.
Como abordaje directo a la población consumidora de medicamentos, Ferrer trabaja como el programa ecoins, el cual, difunde ampliamente los esfuerzos de la iniciativa Punto Seguro, que dispone de recipientes especializados para la recepción de medicamentos, distribuidos en más de 100 puntos en todo el país tales como farmacias, centros educativos y municipalidades.
Chaverri explicó que a través de las entregas registradas en ecoins se ha podido evidenciar el compromiso de las personas que aumenta año con año, ya que en el 2021 se registraron 707 recolecciones; en el 2022, 1100 recolecciones; en el 2023, 1888 recolecciones y en lo que va del 2024, 1400 recolecciones.
Adrián Castro es el Director General de la empresa Manejo Profesional de Desechos (MPD), la organización que ha trabajado mano a mano con Punto Seguro, ecoins y Ferrer para ofrecer una solución adecuada para la destrucción de los productos farmacéuticos.
Cuando MPD recibe los medicamentos, estos se someten a un proceso físico-químico llamado inertización, para eliminar su peligrosidad; es decir, se trituran hasta un punto irreconocible en presencia de materiales higroscópicos (que absorben la humedad). La masa obtenida de este proceso se encuentra encapsulada a nivel molecular, químicamente estable y se utiliza como material de estabilización en los rellenos sanitarios.
“El programa Punto Seguro, con su red de contenedores de seguridad fue creado justamente para que las personas pudieran descartar estos medicamentos caducos o no utilizables y sus empaques, sin costo alguno. Cuando una empresa relacionada con productos farmacéuticos se hace aliada y patrocinador del programa Punto Seguro, está cumpliendo con su obligación en torno a la Responsabilidad Extendida del Productor y puede acreditar a las autoridades sanitarias este cumplimiento frente a la gestión post-consumo de sus productos. Lo que queremos es que toda clínica privada, todo EBAIS, todo hospital pueda recibirle a las personas sus medicamentos en desuso para evitar que lleguen al medioambiente”, señaló Castro.