Finaliza proyecto de rearborización de la sabana

En el marco del Día del Árbol, el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER) y Scotiabank anunciaron la conclusión del proyecto de rearborización “Una Nueva Sabana”, el cual tenía como objetivo de recuperar la seguridad y funcionalidad ecológica de este pulmón josefino.


La iniciativa es resultado de una de las alianzas público-privadas más exitosas de nuestro país en los últimos años, liderada por el ICODER y Scotiabank y desarrollada en coordinación con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica (SINAC), el Ministerio de Justicia y Paz, la
Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y Preserve Planet.


Tras 13 años de trabajo continuo (2008 – 2021) y 54 jornadas de voluntariado, se logró completar el 100% de las metas establecidas:
• 3.262 árboles enfermos o no nativos sustituidos;
• 5.071 nuevos árboles plantados, de más de 235 especies nativas diferentes, 18 de ellas en
peligro de extinción;
• y más de 140 especies de aves registradas.


“En Scotiabank nos sentimos muy orgullosos con el trabajo realizado en estos 13 años. El apoyo de entidades públicas, empresas, ONG´s y civiles ha sido fundamental para el éxito de este proyecto. Hoy concluimos esta iniciativa con la satisfacción de haber cumplido con el 100% de las metas establecidas. Gracias a todos los involucrados por la pasión, el esfuerzo y el compromiso.


Desde Scotiabank seguiremos apoyando proyectos que nos permitan construir un mejor futuro para todos”, señaló Rocío Zamora, Gerente Senior de Comunicaciones y Responsabilidad Social de Scotiabank.


Un proceso con resultados extraordinarios El “Estudio Técnico de Rearborización del Parque Metropolitano La Sabana”, realizado en el 2008,
determinó las necesidades reales de recuperación forestal del parque a partir de criterios de seguridad para el visitante, sanidad y pertinencia ecológica de las especies sembradas en sus terrenos.


La investigación señaló la necesidad de sustituir más de 3.200 árboles que se encontraban sobremaduros o enfermos por diversos hongos y bacterias, o muertos, lo cual representaba un riesgo para las demás especies de árboles y para las personas usuarias del parque. Asimismo, se planteó la necesidad de plantar 5.000 nuevos árboles de especies nativas para recuperar la funcionalidad ecológica del parque.


Del 2011 al 2019, se realizó el trabajo de intervención en La Sabana. A través de 54 jornadas de voluntariado y gracias al apoyo de 93 organizaciones y 4.695 voluntarios, año tras año se cumplieron las metas de sustitución y siembra. Durante el 2020 y parte del 2021,se realizó trabajo de mantenimiento forestal y de jardinería para velar por el sano desarrollo de los árboles plantados.


“Tras finalizar el periodo de mantenimiento estipulado en el contrato de Una Nueva Sabana, Scotiabank oficializa el cierre del proyecto. A partir de hoy, el mantenimiento y cuidado de los árboles plantados estará a cargo del ICODER como entidad administradora del parque”, indicó Zamora.


Otro resultado destacado, producto de la siembra de árboles nativos en La Sabana, es el incremento en la cantidad de especies de aves registradas y avistadas en el parque. En una década, se pasó de 13 a más de 140 especies de aves residentes y migratorias, que hoy encuentran refugio en La Sabana. La presencia y abundancia de aves son indicadores biológicos del estado de salud del parque.


También, cabe destacar el componente social de “Una Nueva Sabana”. Gracias a la alianza con el Ministerio de Justicia y Paz, un grupo de privados de libertad participó en el proyecto. Algunos trabajaron en el vivero instalado en el Centro Penitenciario La Reforma y otros participaron en la fabricación de mobiliario como mesas de picnic, rótulos, estaciones de reciclaje, barandas y basureros, construidos con la madera extraída del parque que estaba en buen estado y,
posteriormente, instalados en los parques recreativos e instalaciones administrados por el ICODER.


“Si bien la intervención de La Sabana nos ha permitido enaltecer el componente ambiental del parque, también debemos destacar el impacto social del proyecto. Hoy, La Sabana es un espacio seguro, gracias a que se eliminó el riesgo de caída de ramas de árboles muertos o enfermos; además, es un espacio rico en biodiversidad, aspectos fundamentales para cumplir con el rol educativo, cultural, recreativo y deportivo del parque. Desde el ICODER queremos agradecer a Scotiabank por este extraordinario proyecto y a cada persona que trabajó para que Una Nueva Sabana sea una realidad”, dijo Vivian Ortega, Unidad de Planificación del ICODER.


“Una Nueva Sabana” hizo posible la recuperación de este emblemático parque capitalino y la mejora del entorno urbano. Hoy, el Parque Metropolitano La Sabana en una verdadera celebración de la rica biodiversidad de nuestro país, para disfrute de todas las personas visitantes.

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