Después de seis meses de ausencia por figurar como uno de los sospechosos en la investigación por corrupción, conocida como Diamante, el alcalde de Alajuela, Humberto Soto Herrera, retomó su cargo el pasado 24 de mayo y asegura tener su conciencia tranquila.
“Mi conciencia está tranquila y puedo ver a los ojos a cualquier persona. Una cosa es lo que se supone y otra cosa es la realidad, y para eso están los tribunales de este país y es ahí donde tiene que resolverse. Por decisión de un juez que nos devuelve a nuestros puestos de manera justa, regreso con la frente en alto y bajo mi compromiso con los alajuelenses a quienes me debo, sigo en esta silla trabajando”, explicó Soto.
Soto añadió que es un hombre que se ha dedicado al trabajo político bien intencionado al servicio de las comunidades, con el respaldo de un expediente laboral intachable como educador y una gestión como regidor municipal, presidente del Concejo y alcalde, dirigida al bienestar de la gente y al progreso del cantón.
El alcalde alajuelense afirmó que el más sorprendido por las acusaciones en su contra es él mismo y que toda esta situación “le ha generado un daño no solo económico, sino también moral y emocional, que quedará para siempre”.
Sin embargo, aseguró que no olvida que fue electo de manera popular por el pueblo y bajo ese mandato continuará con su responsabilidad y compromiso de sacar adelante los proyectos y luchar por las necesidades que tiene el cantón central de Alajuela.
Desde su separación del cargo, como medida impuesta por el Juzgado Penal de Hacienda, en noviembre de 2021 hasta su reciente incorporación, el ayuntamiento quedó al mando de la vicealcaldesa Sofía González, quien, en palabras de Soto, realizó una extraordinaria labor en el manejo de los diferentes temas y proyectos municipales.