La escasez de lluvias y el aumento en la demanda de electricidad obliga a las comunidades a repensar cómo pueden satisfacer sus necesidades energéticas de forma sostenible, con el fin de evitar un mayor consumo de fuentes de energía contaminantes y de reservar el agua potable disponible para el consumo humano.
Consciente de la urgente necesidad de transformar el modelo energético actual, la compañía de iluminación Sylvania, que suma 60 años de presencia en Costa Rica, puso en marcha una estrategia innovadora centrada en la energía solar para fomentar la sostenibilidad de las comunidades.
La iniciativa Solar + se enfoca en mejorar la eficiencia energética, reducir la huella de carbono y compartir conocimientos con las comunidades y otras empresas para minimizar el impacto ambiental. El cambio de paradigma se inicia en su propia planta, ubicada en Pavas, la única en toda Centroamérica y el Caribe donde se fabrican productos de iluminación. Ahí, la compañía invirtió más de $140.000 en un sistema de paneles solares que le permitirán generar alrededor de 227,510kWh de energía limpia cada año. Este es el equivalente de lo que necesitan alrededor de 100 hogares para mantenerse con electricidad por un año.
Cada kWh de energía que se genera a partir del sol es un kWh menos que se tiene que generar con búnker, un derivado del petróleo. En épocas de poca disponibilidad de agua para la producción de energía hidroeléctrica, como la que atraviesa Costa Rica actualmente, se recurre a la quema de este combustible para satisfacer la demanda de electricidad. El costo ambiental de esta medida es alto, ya que genera importantes volúmenes de los gases de efecto invernadero que causan la crisis climática.
La alteración del clima ya afecta a Costa Rica. Según el Informe Estado de la Nación 2023, la temperatura promedio del país aumentó de 27,9 grados centígrados en 1990, a 28,4 grados en 2022 y podría aumentar entre 1 y 4,8 grados adicionales de aquí al 2020 si las emisiones de carbono no se recortan drásticamente y en el corto plazo. Las consecuencias de este incremento en la temperatura en Costa Rica incluyen una disminución de la oferta de agua, menores niveles de producción, erosión y desertificación del suelo, pérdida de controladores naturales de plagas y patógenos y la modificación de los ciclos de siembra y cosecha de los cultivos, entre otros.
La solución a este problema es aprovechar la energía del sol, la cual permanece disponible todo el año y tiene un impacto ambiental mucho menor. Para acercar esta opción a un mayor porcentaje de la población, Sylvania creó kits de generación de energía fotovoltaica dirigida a hogares y empresas, así como una línea de lámparas solares para iluminar áreas verdes y espacios públicos sin aumentar la factura eléctrica.
Luis Diego Chavarría, director de Finanzas para América Latina y gerente país de Sylvania Costa Rica, destacó: “Tenemos toda la disposición de poner al servicio de la industria y los distintos sectores nuestra experiencia y conocimiento para que la energía sea cada vez más limpia y sostenible”.
