Lo recursos que le generaron el nuevo impuesto que se le aplicó a la empresa cementera que opera en el cantón, le permitió a la Municipalidad de Esparza compensar un poco la caída de los ingresos que generó la pandemia por la Covid-19 en sus arcas.
Así lo reconoció Asdrúbal Calvo, alcalde de Esparza, en una entrevista reciente con ECO Municipal.
De acuerdo con el líder local, el año pasado sufrieron una reducción de los ingresos municipales por el orden de los ¢250 millones, pero gracias al nuevo impuesto que empezó a cobrar en junio del año pasado, les entraron a las armas alrededor de ¢150 millones.
En general todos gobiernos locales de Puntarenas se beneficiaron de una reforma que les facultó a cobrarles a las empresas cementeras que operen en esa provincia, un tributo del 5% por saco vendido, por el impacto que le genera la actividad a la comunidad.
Antes de la reforma, sólo estaban autorizados a cobrar ese impuesto los gobiernos locales de San José, Puntarenas y Cartago, pues al momento en que se aprobó la ley solo había operaciones cementeras en esas provincias.
De esta manera, los once gobiernos locales de Puntarenas y las federaciones de desarrollo del Pacífico Central recibieron dinero del nuevo impuesto que paga la empresa Cementos Fortaleza, la cual tiene operaciones justamente en el cantón de Esparza.
Por realizarse la actividad en su cantón, Esparza recibe en 20% de todo lo que se recaude de esa nueva carga. Por su parte a las federaciones les corresponde un 10% y el restante 70% se distribuyen en los restantes 10 cantones.
Los recursos que genera la empresa cementera se invertirán exclusivamente en proyectos de desarrollo para la comunidad, garantizó el alcalde del cantón puntarenense.