Rafael Vargas, alcalde de Goicoechea, considera inaceptable la propuesta del gobierno de aumentar el impuesto de bienes inmuebles, como parte de las reformas planteadas para iniciar la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El proyecto establece llevar ese impuesto que actualmente cobran los gobiernos locales del 0,25% al 0,75%, para trasladarse el medio punto adicional a las arcas del Estado para enfrentar la crisis fiscal que enfrenta.
“Es una total desconsideración cargarles a los contribuyentes el peso de los efectos económicos que causa la pandemia y estarían en riesgo muchas familias de perder lo que tanto les ha costado tener su casa propia”, lamentó Vargas.
A su vez, señaló que un impuesto de esta magnitud, que eleva la cuota un 200%, generará definitivamente más pobreza y más desempleo.
En esa línea detalló que, en la actualidad los contribuyentes pagan ¢2.500 de impuestos de bienes inmuebles sobre cada millón al año y con este plan, la cuota subiría a ¢7.500, una diferencia de ¢5.000.
A manera de ejemplo, dijo que una propiedad cuyo valor es de ¢38,3 millones pasaría de ¢95.946 anuales a ¢287.839 o una cuyo valor es de ¢68,7 millones pasaría a pagar de ¢171.789 anuales a ¢515.369”. “En momentos en que la situación financiera de los y las trabajadores de Costa Rica es muy crítica, y la tasa de desempleo ronda el 24,4 %, esta nueva carga impositiva es totalmente improcedente e inaceptable”, cuestionó el alcalde de Goicoechea.