La municipalidad de Corredores pasó de ser el hazmerreír por no tener instalaciones adecuadas para atender a sus usuarios, a presumir uno de los edificios más modernos, inteligentes y ambientalmente amigables a nivel nacional.
Por una disputa con el contratista, la construcción del edificio estuvo suspendida por diez años, lo que condenó a los usuarios municipales a recibir las atenciones en unas incómodas bodegas, sin las condiciones mínimas.
Ver la construcción abandonada se había convertido en una frustración generalizada en los habitantes del cantón que veían como los vigas y varillas expuestas se iban corroyendo conforme pasaba el tiempo.
Pero la suerte cambió al inicio de la presente gestión municipal, luego de que la alcaldía y el concejo municipal acordaran retomar el proyecto.
Dejaron de lado la disputa con el contratista y elevaron el caso a instancias judiciales y asumieron la construcción con mano de obra propia.
“Logramos demostrar que el cantón tiene mano de obra preparada. El nuestro es el mejor edificio municipal podría decir que a nivel nacional”, comentó Carlos Viales, alcalde del cantón, quien agregó que la obra hizo que los vecinos dejaran de lado la vergüenza y se invadieran de orgullo.
El plan maestro lo elaboró el personal de la municipalidad, la construcción estuvo a cargo de operarios de la comunidad y el financiamiento por la banca pública, comentó Viales.
Un año y ocho meses después Corredores contaba con un edificio inteligente, con grifos táctiles, sistema iluminación con sensor humano, aire acondicionado controlado para que se encienda y apague a las horas programadas y mobiliario moderno.
Además, la estructura cuenta con un sistema de recolección de aguas pluviales para reutilizarlas en los servicios sanitarios, para regar las zonas verdes y para las pilas para limpieza y, a partir del próximo año, producirá su propia energía con paneles solares.
El edificio cuenta con cuatro plantas y está elaborado de manera que los primeros dos pisos sean para la atención de los vecinos y las dos siguientes para las labores administrativas.
Con la confianza al tope, ahora el gobierno local se enfoca en un segundo gran proyecto y es botar el viejo mercado para construir un edificio de uso mixto, donde la planta inferior se destine a comercio, la siguiente a parqueos y las tres restantes a oficinas para alquilarlas a instituciones públicas.
Adicionalmente se valora transformar la terminal de buses y renovar la infraestructura, dentro de un programa para generar riqueza, empleo y una reconversión comercial del cantón, anunció el alcalde.