El presupuesto del gobierno local de Garabito para este año no contempla un solo proyecto de infraestructura.
La caída de los ingresos de la municipalidad en un 40% como consecuencia de la pandemia por la Covid-19, es lo que limitó el plan de inversión en este cantón costero.
Mejoras y ampliación de clínicas de salud en tres comunidades y el mantenimiento de los caminos afectados por las intensas lluvias del año pasado, son algunos de los proyectos que se postergarán hasta que mejores los ingresos del municipio.
Así lo comunicó Tobías Murillo, alcalde de Garabito, en una entrevista con ECO Municipal.
Mientras no se recuperen los ingresos, el gobierno local dará prioridad a la atención de los servicios y programas esenciales, como la recolección de desechos, la limpieza de espacios públicos y las oficinas que atienden las necesidades y problemas que aquejan a la comunidad.
La caída de los ingresos en el gobierno local de Garabito, y de todo el país en general, se debe a la merma del comercio y turismo como consecuencia de las restricciones, cierre de fronteras y de los locales y del confinamiento ordenado para evitar la propagación de la Covid-19 en el país.
“Aquí hay negocios que quebraron, no que cerraron, quebraron, son negocios que ahora otros se han arriesgado a tratar de montar otro tipo de actividades, pero ahí van renqueando”, lamentó Murillo.
Justamente por las necesidades económicas que enfrenta el cantón, es que las autoridades locales exigen a los jerarcas de Salud y Emergencias un ajuste en las medidas y protocolos que les ayuden a reactivar la economía.
Uno de ellos es permitir la apertura de las playas hasta las 6:30 de la tarde, para incentivar el turismo, principal actividad del cantón.
Y es que según aseguró el alcalde, el cierre de playas decretado a partir de las 2:30 de la tarde, provocó en la cancelación de entre el 50% y 60% de las reservaciones en las últimas semanas, lo que no solo impide la recuperación del comercio, sino que aumenta el desempleo y la pobreza.
Esa situación tiene al comercio operando con una tercera parte del personal, lo que condena a una alta población a necesidades, pues no tiene ingresos para pagar el alquiler de la casa, llevar alimento a sus familias y cumplir con deudas asumidas.